The windmils town. 30 minutes by train far from Amsterdam, but 50 years back in time.
In Zaanse Schans the people in markets still wear the traditional customs and they have the wind to give them all they need to live.
A postcard from the past. A Napolitan ice cream, a bit of rain and wind and a sandwich with row fish and we come back to Amsterdam, leaving the past in Zaanse Schans.
En Zaanse Schans, las gentes en el mercado todavía visten los trajes tradicionales y recogen del viento todo lo que necesitan para vivir.
Una postal del pasado. Un helado napolitano, un poco de lluvia y viento y un bocadillo de arenque crudo acompañados del ruidito de los zuecos.
Nos volvemos a Amsterdam y dejamos atrás el pasado.
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