viernes, 17 de octubre de 2008

dias gatunos






































Hace tiempo que tengo días gatunos.
Y decidí adoptar uno.
Pero la operación gato salió rana, y el gato adoptivo resultó ser un animalito arisco y antisocial, que, después de casi lanzarse al vacío des del tejadillo del balcón, se ha adueñado de un armario y no hay comida, bebida o chantaje capaz de hacerle salir de allí. Ya lleva en el placar 3 dias y no nos atrevemos a intentar sacarlo, porque ya es grandecito e igual le da por cosernos a arañazos. Es lo más probable vaya.
Debido a su carácter atormentado decidimos bautizarle con el nombre de Fausto, pero quizás le hubiera quedado mejor Mefisto.
No es que sea un ser diabólico el pobre bicho, pero su actitud no es para nada la adorable y cariñosa de la mayoria de gatos del jardín botánico que tan a menudo me gusta visitar.
En el hogar de adopción nos han recomendado flores de Bach. Lo que faltaba, terapias alternativas para el gato. Si eso le llevamos al psicólogo.
Bueno, en fin, paciencia. Le daremos todo el tiempo del mundo para que se adapte, al menos en el armario no molesta, haremos ver que le ignoramos hasta que decida llamar la atención! Almenos no negaréis que es bonito.

Y ya que el gato no se deja acariciar y maúlla amenazante cada vez que intentamos acercarnos a él, pues no me queda más remedio que seguir frecuentando el jardín botánico y sus mimosos habitantes, aunque un cartel en la entrada recomienda no tocarlos, es difícil resistirse a la tentación.


























































































































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