Los árboles ya han florecido, el cielo se llena de bolitas blancas de los plataneros y de los tilos, el cielo es más azul y el sol más cálido.
Un fin de semana soleado y floreado que anima a visitar los jardines de la ciudad para ver estallar en ellos el colorido de la primavera.
Irupé propuso la ruta: barrio de la boca, jardín japonés y un domingo de jardín botánico. Pa gustos colores, y qué colores!
El cuidadoso orden en que estaban plantadas las flores y colocados los riachuelos en el jardín japonés impresionaba. Sus puentecitos rojos, sus fuentecitas, y exhibiciones de katana y shiatsu... en fin, la impecabilidad de todo el jardín en general era espectacular.
El jardín botánico, en cambio, es un tanto más desordenado, o ordenado siguiendo criterios científicos más que estéticos al menos. El botánico se encuentra al lado de la parada de subte de plaza Italia, y esta lleno de gatos de todas las razas imaginables. Los gatos pacen tranquilamente por el jardín, y muchos se dejan acariciar aunque un cartelinto en la entrada recomienda no hacerlo. Siempre hay gente en el jardín, sentados en el suelo o en los bancos, estudiando, tocando la guitarra, tomando mate... pero uno siempre puede encontrar un huequito solitario, si le apetece, al lado de los invernaderos, para leer con el sol en la cara o para fumar, dejando que el tiempo pase.
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3 comentarios:
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