Hay un lugar en Buenos Aires que los fines de semana se llena de magia y de contrastes. Más de los que de por sí ya hay en esta ciudad.
La plaza Francia se convierte en un gran mercado cada sábado y cada domingo, donde el arte, la música, las rastas, el mate, la luz de la luna y las empanadas se compran, se venden y se intercambian.
El barrio de Recoleta es históricamente la zona aristocrática de Buenos Aires, pero en esta gran plaza se reunen los bohemios, mercaderes, feriantes, rastafaris, imitadores de Silvio Rodriguez y demás frikis de la ciudad en un ambiente de marihuana, mate y incienso.
Todos estos personajes se mezclan sin ningún pudor con las familias bienestantes que van a la iglesia de la plaza, a recibir su bendición envueltos en sus abrigos de visón y con sus perritos marilyn con collares de Chanel.
En la misma plaza hay un cementerio lleno de gatos merodeando y un centro cultural con muchas exposiciones interesantes. El plan perfecto para una tarde de domingo.
Cerca de la plaza Francia, colado en la gran avenida del Libertador, hay un extraño lugar en el que un artista llamado "gato viejo" construyó un particular zoo de bestias hechas con trastos viejos y piezas de ferrocarril y de avión.
Junto con estos animalitos metálicos viven también un par de ponys, que pastan tranquilamente alrededor de una cabaña de madera rodeada por multitud de policías. Todo en el centro de una de las calles más grandes de la ciudad, conviviendo con los rascacielos, los paneles publicitarios y los bureaus de negocios. Fascinante, no?
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